El plasma es la parte líquida de la sangre, y representa aproximadamente un 55% del volumen sanguíneo total. Consta principalmente de proteínas (inmunoglobulinas, factores de la coagulación, etc.), minerales… es decir, ingredientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo.
Las necesidades de plasma son muy elevadas (es el producto sanguíneo más deficitario en España) ya que además del gran consumo hospitalario en transfusiones, la industria farmacéutica elabora muchos productos a partir del plasma como materia prima (gamma-globulinas, albúmina, factor VIII anti hemofílico,…).
El plasma que se obtiene del fraccionamiento de las donaciones de sangre convencionales no es suficiente para cubrir las necesidades. Para corregir este problema hemos puesto en práctica una técnica para obtener exclusivamente plasma: la PLASMAFÉRESIS.
Mediante este técnica, junto con el plasma se pueden obtener plaquetas, que se usan diariamente en pacientes con enfermedades de la sangre, cáncer, trasplantes, etc.
Son células que intervienen básicamente en la coagulación de la sangre. Si faltan o están muy reducidas en número, se producirán hemorragias. Por otra parte tienen la particularidad (y la desventaja) de que viven pocos días, por lo que quien tiene una carencia de las mismas necesitará transfusiones cada 2-3 días; por eso algunos enfermos, como algunos casos de enfermos hematológicos o trasplantados puede llegar a necesitar varios cientos de unidades de plaquetas durante su tratamiento
Es un tipo de donación de sangre en que mediante una máquina especial, con un equipo estéril de un solo uso y con un solo pinchazo, se van separando automáticamente el plasma y las plaquetas y se devuelve al donante, por el mismo tubo, el resto de componentes de la sangre (hematíes y leucocitos).
Este proceso es muy seguro y totalmente indoloro.
La ventaja es que permite obtener más cantidad de plasma y plaquetas de un solo
donante y que por el hecho de no donar glóbulos rojos, la recuperación es casi
inmediata y, por tanto se pueden hacer donaciones con la frecuencia que el
donante desee (únicamente hay que esperar un mínimo de 15 días antes de volver a
donar).
El único "inconveniente" es el tiempo: tiene una duración de 45-75 minutos porque el proceso se realiza en 4-6 ciclos seguidos, de 12 minutos aproximadamente cada uno. Para conseguir optimizar los tiempos, se procura concertar telefónicamente día y hora con el donante y nos adaptamos al máximo a su horario, dentro de las limitaciones del Banco. También nos permite tener el equipo preparado (material, personal de enfermería y médico) y evitar cualquier espera o retraso, dando al mismo tiempo una atención más personalizada.